Regulaciones
sobre el uso del software en las organizaciones públicas
El software libre y
de código abierto es el software cuya licencia permite que los usuarios puedan
modificar y alterar su diseño mediante la disponibilidad de su código fuente. A
pesar de que ambos conceptos comparten modelos similares y que comúnmente se
utiliza como sinónimos los términos “software libre” (SL) y “de código
abierto”, poseen diferencias filosóficas y operativas en cuanto a su uso.
El
software libre se centra en las libertades de uso que les brinda a sus
usuarios, mientras que el código abierto se enfoca en las ventajas de su modelo
de desarrollo. FOSS (software libre y de código abierto por sus siglas en
inglés) es un término que incluye y contempla ambas filosofías. Detrás de cada
una de estas dos concepciones, filosóficas y funcionales, existen distintas
organizaciones: la Free Software Foundation (FSF) es la principal referente del
software libre, mientras que la Open Source Initiative (OSI) lo es por el lado
del código abierto. Para que un software sea definido como libre, debe cumplir
ciertas reglas operativas o libertades:
Ø Libertad
de ejecutar el programa con cualquier propósito (privado, educativo, público,
comercial, militar, etc.);
Ø Libertad
de estudiar y modificar el programa (para lo cual es necesario poder acceder al
código fuente);
Ø Libertad
de distribuir el programa de manera que pueda ayudar a otros;
Ø Libertad
de distribuir las versiones modificadas propias. Las tres primeras condiciones
requieren del acceso al código fuente del programa, por lo cual el software
libre debe ser de código abierto.
Asimismo, los cuatro atributos de libertades
equiparan al software libre con un bien público, el cual es de acceso no
exclusivo y su consumo no es finito. Si bien el espíritu y la praxis del
software libre o de fuente abierta ganan día a día adeptos en las
administraciones públicas y entre académicos o expertos del mundo, también
levantan críticas.
Por
ejemplo, David LeBlanc (2010) y Michael Howard (2008) o Robert Glass (2012)
realizaron estudios y análisis que los llevan a concluir que una aplicación
extrema o radicalizada de las “leyes de Linus” (Le Blanc: 56) puede
derivar en problemas de mantenimiento y seguridad del software. Además,
cuestionan el hecho de que los externos a un proyecto no sean una masa tan
enorme y entusiasta, sino unos pocos colaboradores repetitivos (Glass: 13).
En
otras palabras, estos autores plantean que la “ley de los grandes números” no
siempre aplica a esta modalidad de desarrollo, lo que limita entonces el
alcance o aplicabilidad de las “leyes 32 de Linus”, que requieren (como en
tantos otros casos de emergencia) la inteligencia de la multitud, es decir, una
masa de colaboradores externa cuasi infinita, descentralizada, diversa e
independiente. A pesar de que este movimiento ha tenido su principal impacto en
la sociedad civil, en los últimos años varios gobiernos y administraciones
públicas han incorporado la utilización de software libre y de código abierto
en sus procesos de trabajo.
El primer gran esfuerzo para migrar a software
libre se vio hace más de una década en Alemania, una iniciativa coordinada en
toda la administración para migrar el software hacia sistemas de código
abierto, con un plan general que comprendía manuales de procedimientos para
cada etapa de la migración. En nuestra región, países como Brasil, Venezuela y
Ecuador siguen intentando incorporar el software libre en la administración
pública, generando nuevos marcos legales para sustentar dichas iniciativas,
aunque no es una tarea fácil ya que en muchos casos los usuarios no están
acostumbrados al uso de un software distinto a los que ofrece el mercado.
Sin
embargo, aunque el debate entre los defensores del software libre y el software
propietario es extenso y no exento de dogmatismos. Ambos tipos de softwares interactúan muchas veces de maneras
inesperadas porque tanto los Estados como las empresas deben buscar, cada vez
con mayor frecuencia, soluciones integradas para procesos cada vez más
complejos y desafiantes. A continuación, figura un cuadro que sintetiza las
similitudes y diferencias en el uso de software libre y software propietario.
Tabla
1. Similitudes y diferencias entre software libre y software propietario
Tipo de Software
|
Software libre
|
Software propietario
|
Características
|
El sistema es libre, puede ser usado, analizado, copiado o modificado
libremente
|
El usuario tiene limitaciones para su explotación, requiere de una
licencia
|
Código fuente
|
Abierto y accesible a todos
|
Cerrado y compilado por sus propietarios
|
Seguridad
|
Es relativa a la distribución. Pero suele haber menos virus. No
requiere actualizaciones Es relativa a la plataforma.
|
Algunos programas son atacados por muchos virus. Requiere
actualizaciones periódicas
|
Estabilidad
|
Muy estable en servidores
|
Poco estable
|
Uso y ejecución
|
Relativamente difícil si no se poseen conocimientos de programación
|
Sencillo y con interfaces amigables
|
Desarrollo
|
Millones de programadores de la comunidad. A veces se discontinúan
proyectos
|
Cientos de empresas en el mundo. Rara vez se discontinúa un producto
|
Precio
|
Muchos gratis, algunos pagos a bajo costo
|
Casi todos pagos, algunos gratis
|
Difusión
|
Mayoritario en servidores y escaso en hogares y oficinas
|
Mayoritario en hogares y oficinas y escaso en servidores
|
Interoperabilidad
|
Alta: Lee archivos en diferentes plataformas
|
Baja: Sólo lee en sus propios sistemas y presenta incompatibilidades
en diferentes versiones
|
Fuente: CIPPEC.
Los Software de Aplicación, o
propietario
Son
los programas diseñados para o por los usuarios para facilitar la realización
de tareas específicas en la computadora, como pueden ser las aplicaciones
ofimáticas (procesador de texto, hoja de cálculo, programa de presentación,
sistema de gestión de base de datos...), u otros tipos de software
especializados como software médico, software educativo, editores de música,
programas de contabilidad, etc.
Las funciones de una
aplicación dependen de su propósito, según el cual pueden clasificarse en dos
categorías:
Programas básicos (o utilitarios)
Son aplicaciones cuyo propósito es mejorar,
en alguna forma, el desempeño del ordenador.
Programas de productividad
Son aplicaciones cuyo propósito es
facilitar, agilizar y mejorar para el usuario, la ejecución de ciertas tareas.
Algunos programas de
productividad
Ø Procesadores
de texto: Aplicaciones diseñadas para editar y/o procesar de texto,
logrando documentos de alta calidad.
Ø Hojas
de cálculo: Aplicaciones especialmente diseñadas para introducir,
calcular, manipular y analizar conjuntos de números.
Ø Presentaciones
automatizadas: Aplicaciones que permiten al usuario crear y editar
presentaciones atractivas, incluyendo imágenes y sonidos.
Ø
Navegadores de Internet: Aplicaciones
diseñadas para proveer acceso a Internet, sus servicios y sus recursos.
Ø
Administradores de bases de
datos: Aplicaciones diseñadas para acceder, almacenar y procesar grandes
colecciones de datos, en una forma eficiente.
Ø
Desarrolladores de sitios
web: Aplicaciones que brindan al usuario las herramientas necesarias para
diseñar, crear, editar y publicar páginas y sitios Web.
Así
mismo, la Enciclopedia de Ejemplos (2017). "Software de aplicación",
indica que el llamado software de aplicación es el conjunto de programas
informáticos diseñados con el propósito de facilitar a los usuarios la
realización de determinadas tareas, es decir, como verdaderas herramientas de
trabajo.
En
un mundo complejo y globalizado como lo es el actual, es casi imposible pensar
en el funcionamiento de un banco, una empresa, una aerolínea o una compañía de
seguros, por ejemplo, sin recurrir a estas herramientas que ordenan y
sistematizan la labor cotidiana.
Quizá
para la mayoría de nosotros el software de aplicación más conocido sea el que
ofrece el paquete de Office, el más común en los equipos hogareños, pero
existen muchos otros. Un importante número de empresas se dedican al desarrollo
de esta clase de software y existe un permanente esfuerzo por parte de estas en
interpretar las necesidades de los potenciales usuarios, para intentar adaptar
los programas a dichas necesidades sin que ello implique dificultad de manejo;
en general se trata de conseguir que los programas de aplicación resulten
intuitivos para el usuario.
El
otro tipo de software más reconocido es el software de sistema. Este software
comprende el conjunto de programas que permite administrar la parte física de
la computadora, esto es, todos los componentes del hardware, y los software de
programación, vale decir, el conjunto de aplicaciones que le permiten al
programador diseñar y desarrollar sus propios programas, sumando por supuesto
sus conocimientos y su dominio de los diferentes lenguajes de programación.
Funciones
del software de aplicación
Los
software de aplicación suelen tener una gran cantidad de funciones; sin
embargo, la mayoría de la gente usa un grupo más bien acotado de ellas. De
todos modos, quienes indagan en profundidad tienen la posibilidad de aprovechar
de manera óptima todas las funcionalidades de estos programas. En este sentido,
muchas veces las empresas desarrolladoras se encuentran en la disyuntiva de
extender la cantidad de funcionalidades o perfeccionar las ya disponibles.
Como
ya se indicó, dentro del software de aplicación se ubican programas que son
funcionales a las necesidades de los individuos, pero especialmente a las de
las empresas. Tal vez los primeros que deban mencionarse son los programas
destinados a la navegación Web (conocidos simplemente como “navegadores”), a
través de los cuales se accede a Internet.
También
resultan hoy esenciales las bases de datos, que precisamente organizan y
procesan los datos con la intención de ponerlos al acceso del usuario de una
forma eficaz. Asimismo, hojas de cálculo facilitan el manejo de grandes
volúmenes de datos numéricos haciéndolos visibles de manera rápida y práctica,
como en tablas o gráficos. Los procesadores de texto y los editores de imagen,
de audio y de páginas web son también software de aplicación de uso muy
extendido.
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